domingo, 15 de mayo de 2011

Capitulo 8

-lindo, ¿no? – me pregunto al ver mi expresión. – Creo que el único amor que he sentido es por este auto.
Rei esperando que fuera un chiste.
Me hizo seña de que subiera en el asiento del acompañante mientras el subia del otro lado.
Durante el viaje estuvimos demasiado callados. Hasta que se me ocurrió romper el silencio.
-Cuentame – Le ordene esperando que me hablara de su historia de niño. El me miro de reojo y suspiro resignado.
-No hay mucho que contar – Comenzo – Los únicos recuerdos que tengo son del orfanato.
-¿Qué paso con tus padres?
-Me abandonaron los muy hijos de puta.
-¿Y jamás los volviste a ver?
-A decir verdad, si. Tenia 7 años cuando ellos se aparecieron, y luego huyeron de la responsabilidad y me dejaron ahí.
Fue entonces cuando comprendi que el tema de no creer en sentiientos era soo una careta detrás de la cual podía ocultarse.
El freno el auto y yo pensé que se había detenido porque estaba mal, que tendría algún ataque de nervios o algo asi.
-Llegamos a tu casa, ¿Sabes?
-Oh – Fue todo lo que se me ocurrió decir. Solo había frenado por eso.
Lo salude con un suave “adiós” y baje del auto. Esa noche no dormi bien.


By peter
Llegue a mi casa algo cansado, y simplemente me recosté en mi cama. Algo andaba mal. Yo no estaba bien. Muchos recuerdos rondaban mi cabeza. No iria a trabajar mañana, tenia cosas en que pensar.


By Angelica
Al fin llego el bendito lunes. Por fin veria de nuevo a mi profe.
Cuando vi quien entraba al aula, me desilucione. El profesor suplente. Deberia esperar a mis clases de apoyo para poder verlo.
Me dirigi a la biblioteca esperando encontrarlo, y me lleve la segunda desilusión del dia. ¿Donde estaba Peter? Al dia siguiente intente buscarlo en la cafetería, lamentablemente, no obtuve resultados satisfactorios. Eso era triste.
La anciedad me mataba por esperar a que llegara el lunes. Tenia que ver si el venia o no. Me agarraría un ataque de nervios si no aparecia.
Cuando al fin llego el dia, estaba completamente nerviosa. No sabia si el estaría, o si por alguna razón, volveria a faltar.
Suspire tranquila al ver a mi profe sentado en su escritorio.
-Hola Peter – Le salude. El me miro y sonrio.
-Buenos días alumna – Respondio el de un modo muy formal.
-¿Por qué no vino la semana pasada profe? – Pregunte siguiéndole el juego.
-No me sentía bien. – respondió indeferente.
-¿Estaba enfermo?
-No exactamente - ¿A que se refería con eso?
-¿Entonces? – Pregunte intrigada.
- ¿Consideras los sentimientos una enfermedad?

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